viernes, 20 de mayo de 2011

la Pureza es la piedra blanca donde Dios talla su Obra Maestra

"A los niños, Dios les escucha más que a los viejos". Asi profesa la sabiduria popular, dentro de las cenizas que aún guarda de la Tradición Primordial y Católica del Hombre.

Nuestra Señora, Vaso Espiritual, Honorable e Insigne de Devoción, es el recipiente de Oro donde descanza Él, Dios. Ella es la Luna que refleja la luz del Sol, mientras más blanca sea su pureza (¡y eternamente lo sea!) mucho más podremos Ver como esa Luz Eterna se embellece a través del hermoso vitral que es Marìa.
Para comunicarnos con Dios, la Santisima Trinidad Providencial, tendremos que Confiar, es necesario afirmar su Voluntad durante el Abismo de las ilusiones del mundo, las desconfianzas infundadas, las malas tristezas y depresiones innecesarias que, si les damos mucho valor, serían grandes contratiempos para el recorrer de la Via Sacra, el Calvario.
Un Católico no puede estar dividido entre seguir la Vía de los Hijos de Dios y de los vicios. Para esto, Nuestro Señor nos envía a su Santa Madre como modelo y arquetipo de Pureza, perfección y confianza. Decia una bella canción popular: "¡Salve, Salve! cantaban, Maria, ¡que mas Pura que tù solo Dios!"
En su Unión tan dulce y fiel con el Espíritu Santo, Nuestra Señora adquiere esa pureza tan característica de la divinidad, y pues, tanto así, que la divinidad misma bajó a la Tierra por Ella, al único lugar digno de alojar a Nuestro Señor Jesucristo. Es, de tal manera, que tenemos que proceder, imitando a María, para que Jesús y su santa divinidad nos reciba.
Asi tambíen la Iglesia, Madre y Maestra de la Sabiduria, ha imitado el ejemplo de la hija predilecta de Dios a lo largo de la Historia a través de sus Grandes Obras como la construcción de las catedrales, composición de sublimes cantos, en la cristianización del mundo y en tantas otras obras llenas de Vigor y Fecundidad que ha emprendido en nombre de su Esposo y que han dado los frutos de la Civilización Cristiana. Ella también nos entrega las formas más sencillas para llegar al Cielo, y una de aquellas es el invocar la protección e intercesión de los Ángeles y Santos.

Y si bien, al ser imperfectos y al no poder estar a la altura de nuestra investidura Sacramental como Hijos de Dios, ¿de qué forma nuestras oraciones tendrían que "vibrar" en la misma frecuencia que las esferas celestes, para que así los Espiritus Sublimes escuchen con claridad nuestra súplica?
Jesús, en su infinita misericordia, nos entrega de nuevo a su Madre como mediadora para purificar nuestras oraciones y darle así, un mensaje digno al Emperador del Universo y a su Santa Corte.

Procuremos entonces, ser Vasos receptores de la Gracia de Nuestra Santa Reina, como un satélite que refleja la luz del Sol o bien, como un bello vitral, único e irrepetible, que transmite la misma luz pero agregando una belleza particular que el Creador dió a cada uno de nosotros para dar testimonio y ser reflejo de Él.

¡Únicos e Irrepetibles! Reflejemos la Misericordia, la Belleza y la Justicia de Nuestro Señor.

¡Salve Maria!

3 comentarios:

  1. Entonces seamos puros, y radicalmente. "Porque no eres ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca" dice la Escritura. Hay dones que no se repiten, y gracias que no vuelve. No los desperdiciemos. Seamos en lo poco y en lo mucho.

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  2. Cada vez que se pierde el estado de Gracia es una condenación Eterna. La Conversión es un Milagro, que en algunos sucede frecuentemente, pero recordarás que hay gracias que no vuelven.

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  3. Recordarás-te de eso mismo.

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